Cuando se trata de derrames en el medio marino existen 3 fases diferentes de actuación. Primero contenemos el vertido para impedir su propagación. En un segundo momento, recuperamos el combustible y en una tercera fase limpiamos y saneamos el medio marino. A continuación explicamos estas 3 fases y la tecnología más efectiva que debemos emplear en cada una de ellas:

1º Barreras de contención, la forma más eficiente de hacer frente a los derrames de combustible en el mar

Cuando se produce un derrame de petróleo en el medio marino, primero debemos de responder conteniendo el derrame de la manera más eficiente posible, es decir, con barreras de contención marina. Estas barreras  son fuertes, versátiles y consiguen un rápido despliegue. 

Las barreras de contención son la primera línea de actuación en caso de derrame en el mar. Estas permiten rodear el derrame de petróleo para evitar que los combustibles se dispersen, a la vez que habilitan una forma eficiente de recuperación. 

Las barreras de contención de derrames de hidrocarburos han evolucionado con el paso del tiempo, en Trafic Medioambiente, contamos con una innovadora solución rápida y efectiva, se trata de la barrera Harbo, modelo T6.

derrame de petróleo

2º Skimmers para recuperar todo tipo de combustible y tanques para su almacenamiento temporal

En un segundo momento, recogemos el petróleo con los skimmers. Estos están diseñados para recoger todo tipo de combustibles: diesel, lubricantes o crudo. Sus materiales de alta calidad lo hacen resistentes al medio marino. Destaca por su cepillo giratorio que puede ser fácilmente cambiado por cartuchos de discos o cilindro para maximizar la recogida del petróleo dependiendo de la viscosidad. 

  Tanques para el almacenamiento 

tanques derrame marino

Para recuperar el vertido, también usaremos tanques especialmente diseñados para el almacenamiento temporal del combustible u otros líquidos. Existen tanto tanques flotantes como tanques para uso en tierra con un amplia gama de medidas. Son fabricados con materiales fuertes y duraderos.

Por último, en la tercera fase limpiamos y saneamos de forma exhaustiva toda la zona afectada con equipos a presión y resto de herramientas auxiliares. 

Así evitamos daños mayores que puedan causar graves perjuicios a nuestro ecosistema.